miércoles, 17 de septiembre de 2014

CRÓNICA "PEQUEÑOS DESCUIDOS GENERAN GRANDES INCENDIOS"

Yuliana Patricia Henao Sánchez, 15 años, grado sexto.
Sandra Milena Carvajal Alarcón

Quemando avispas

“Las cosas que pasan en la zona rural son parecidas en todos los lugares del país, o al menos las que se refieren a incendios, cómo se ocasionan y cómo se podrían prevenir. La mayoría de los incendios se generan sin intención, por descuido, por el clima, por vidrios dejados al sol, por elementos defectuosos, por el fuego no apagado en su totalidad, pero sí es claro que todos podrían ser prevenidos si se es consciente de que cada acto tiene una consecuencia” así se refiere la docente Sandra Carvajal a lo que le pasó a don Eliecer Cardona.

El pasado viernes 5 de septiembre, en medio del predominante calor de la vereda Chápata, se produjo un incendio que por poco deja no solamente las avispas quemadas, también la vivienda del propietario del predio, las de los vecinos y sus cultivos, así como el puesto de salud.

Don Eliécer Cardona Arias de 74 años, propietario de una tienda en la que compran dulces los estudiantes de la sede Chápata estaba descombrando hojas del árbol de mataratón que hay cerca de su casa, allí sin percatarse había un nido de avispas y al sentirse atacadas lo picaron. Él en medio de su enojo y como un acto de venganza para acabar con el nido de avispas le prendió fuego. De allí no podría salir nada bueno, voló una chispa de fuego que provocó el incendio y se prendió el terreno rodeado del pasto seco por efectos del clima, la suave brisa del río Risaralda que está a varios kilómetros y que sube por los cañaduzales hizo que se prendiera más.

En medio del susto acudió a su manguera pero no había agua suficiente, con la ayuda de su hija Paula Andrea Gil Londoño, la de su yerno, el profesor Jorge  Yilén Suárez que usaban ramas y la de dos vecinos que sacaron mangueras de sus casas pudieron apagar el incendio.

Después del susto, don Eliécer con toda tranquilidad dice que no fue tan grave, aunque agradece a los que le colaboraron. Sin embargo los que por allí vivimos sabemos que donde no tenga ayuda se habría quemado lo mencionado, mas una cochera de cerdos que estaba cerca del lugar del incendio, su casa que alberga a su esposa; su hija, esposo y nieto, así como otro hijo que se encontraba estudiando.  Ahora manifiesta que no volverá a quemar nada para evitar incendios y tener estrés para apagarlos. Lo cierto es que no pensaron en que el incendio se iba  a crecer y podía tener una mala consecuencia.

Quemando ropa vieja

Antes del susto de don Eliecer, el 8 de agosto de 2014 en un cafetal cerca de la casa de la familia Henao Sánchez, en la misma vereda, se originó un susto similar. En esa casita viven doña Gloria de 37 años, madre, don Luis Gonzalo de 57 años, el papá y sus 7 hijos, 6 de ellos estudiantes de la sede Chápata de la I. E. El Horro quienes tienen 15 años hacia abajo.

Esta vez el incendio ocurrió a las 8:30 de la noche cuando la familia estaba dentro de una pieza viendo tv. Alejandra de 13 años salió del cuarto y observó que el “cafetal se estaba quemando, que estaba encendido”. Corrió y llamó a la mamá y a sus hermanos. Ellas dos fueron a apagar el fuego con palos y agua. “Si Alejandra no hubiera visto el incendio habría sido grave porque se hubiera quemado mucho” explica la hermana.

Conversando con ellas y al preguntarle a Alejandra cómo se originó todo manifiesta “Mi mamá quemó unas mechas y creyó que eso se apagó pero resulta que no se apagó bien, se quedó prendido y por eso a esa hora de la noche volvió a prenderse de nuevo”. Yuliana después de analizar la situación reconoce que “no se debió quemar la ropa por allá, si no quemarla en el fogón donde se puede controlar, además mi mamá debió apagarla bien y verificar que no haya quedado alguna chispa de fuego”. Doña Gloria reconoce que no pensó primero dónde la iba a quemar y que consecuencias iba a traer. Finalmente Alejandra menciona en tono reflexivo “uno debe saber que cuando va a quemar algo, no puede quemar en partes donde se pueda producir un incendio, además debe apagar ligero antes de que se origine otro incendio más grande”.

“A diferencia de las historias anteriores, ha habido incendios que dejan pérdidas humanas y materiales, afortunadamente para el caso no hay nada que lamentar y al parecer sí mucho que aprender. También en el origen los casos son distintos, aquí inician por el fuego que ocasionan personas, muchos se presentan porque dejan materiales como vidrios y al estar a la intemperie actúan como lupas concentrando los rayos del Sol. Algunas veces quienes van de paseo al campo encienden fogatas y no las apagan, otros se originan cuando hay cortos circuitos o en la época de tormentas eléctricas por rayos. Hay algo real y es que muchos se pueden evitar si se hace manejo adecuado de los materiales y cuando se presentan, apoyarse de otros para su extinción”, concluye la docente Sandra Carvajal. 




PEQUEÑOS DESCUIDOS GENERAN GRANDES INCENDIOS

Yuliana Patricia Henao Sánchez, 15 años, grado sexto

Yo me basé en las noticias de Regional del periódico La patria “Cuatro días duró incendio en la selva de Florencia” del viernes 22 de agosto y “Hasta el ganado huye del fuego en La Dorada” del 16 de agosto.

¿Por qué me gustó escoger este tema?

Este tema me gustó porque fui parte del problema, porque así puedo saber sobre incendios y cómo prevenirlos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario