EL
NOGAL QUE GENERÓ MUCHAS EMOCIONES
Hace
algunos años, en la Institución Educativa El Horro Sede Chápata, un día del
medio ambiente, mientras la mayoría de los estudiantes y docentes hacían una
campaña de aseo general, otros pocos talaron un nogal que crecía vigoroso a un
costado de la malla que separa el colegio del puesto de salud.
Ante
dicho suceso, se generaron emociones diversas…
Cansados
y sedientos, se sintieron los estudiantes y el maestro que con hacha y machetes
talaban el árbol.
Molestia
e indignación, sintió una de las docentes, quien los observaba y desde el
segundo piso les decía: “¿qué hacen?, ¡justo tumban un árbol en la celebración
del medio ambiente!... ¿por qué no
hablaron para buscar soluciones?”
Indiferencia
y poca importancia, le dieron algunos estudiantes, a quienes la costumbre de
estar rodeados de verde, la muerte de uno no les afecta.
Desconocimiento
para otros, que en medio de sus ocupaciones no se enteraron de la discusión que
se estaba presentando; también para aquellos que hoy, no se acuerdan del árbol y
aquellos docentes y estudiantes nuevos que no saben de la existencia del nogal.
Justificación
y excusas para hacerlo, tuvo el docente que descubrió que el crecimiento del
árbol y sus raíces, estaba tumbando el muro que sostiene la malla, argumentando
que sería peor el daño económico por el costo que tendría correr de lugar dicha
malla.
EL
FRUTO DEL SABOR, LA NATURALEZA Y LA DISCORDIA
El
gran árbol de mangos crecía atrás de la Sede Chápata, pasaba el tiempo y nadie
conoció su origen, sus ramas empezaron a pasar por encima de la malla y a
algunos creativos se les ocurrió que podían entrar al colegio aprovechando el
puente que sus ramas hacían, el problema comenzó cuando quienes entraban no
sólo lo hacían sin autorización, además empezaron a hacer daños; por ello
tuvieron que mutilar el mango, cortándole las ramas que pasaban el límite.
El
mango seguía creciendo, siendo testigo silencioso de todo lo que en aquella
institución sucedía, el paso de la tecnología también lo afectó, su altura
interfería en la transmisión de datos de internet que de la antena debía llegar
a los computadores de la sede, por ello, nuevamente fue mutilado.
El
sabor de sus frutos, también es motivo de molestia, ya que los que buscan
tomarlos sin permiso tumban algunos pequeños y verdes, pocos son los que logran
madurarse; imprudentes escalan el gran árbol sin medir los riesgos, algunos lo
golpean con piedras y palos, finalmente, no les importa si hace calor o frío, si
es tarde o temprano, si hay pocos o muchos, el árbol es asaltado sin quejarse,
sin derrumbarse; siempre fiel a su naturaleza, ofrece sus sabrosos frutos.
Sandra Milena Carvajal y Wilmar Castaño Muñoz
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